Ves lo que quieres ver

El sentido - Comentarios -

Vamos a ver un fenómeno que no debería sorprendernos a poco que lo pensemos, pero que resulta muy esclarecedor de cómo funcionamos: el sesgo de confirmación. Se refiere al hecho de que las personas podemos caer en la trampa de ser selectivas en la interpretación de la información para favorecer nuestra propia visión de la realidad. Es decir, de todos los datos de los que disponemos únicamente vemos aquellos que confirman lo que ya pensamos, despreciando por completo el resto. Esta tendencia se debe a que nuestra mente está programada para buscar, interpretar y recordar solo aquellos datos que confirman lo que pensamos y creemos. En otras palabras: vemos lo que estamos dispuestos a ver.

Si por ejemplo tenemos una opinión sobre una persona de que es vaga, cada vez que esa persona llegue tarde, se retrase en terminar una tarea o no se ofrezca para realizar algo, nos fijaremos en ello y nos confirmará lo que pensamos. Sin embargo, cada vez que se quede hasta tarde trabajando, realice mejor o más rápido una tarea que los demás o se ofrezca, lo ignoraremos y no servirá en absoluto para que nos replanteemos nuestra opinión sobre ella.

Esto siempre ha ocurrido también con las facciones políticas y en la actualidad cada vez se está radicalizando más y en otros ámbitos. Muchas personas únicamente leen o escuchan los medios afines a sus ideas y en las redes sociales suelen buscarse los comentarios y noticias (sean verdaderas o no) que confirmen lo que ya piensan sobre política, sociedad o incluso ciencia. Por muy de peso que sean los argumentos contrarios a lo que ya han decidido que es verdad, éstos se ignorarán cuando no se los tachen de conspiraciones, falsedades o lo que sea para desacreditarlos. 

De todos los datos de los que disponemos únicamente vemos aquellos que confirman lo que ya pensamos, despreciando por completo el resto.

El sesgo de confirmación nos ocurre continuamente con muchísimas situaciones vitales. Una vez que nos hemos hecho a una idea sobre algo o alguien, tendemos a mantenerla a toda costa y una de las maneras más sutiles y de las que somos menos conscientes es ésta. Esto hace muy difícil para algunas personas cambiar su forma de pensar aún cuando se enfrentan a la evidencia de que están equivocados.

ves lo que quieres ver - sesgo de confirmación

¿Qué consecuencias tiene esto?

A nivel subsconciente las personas pensamos que una censura a nuestras ideas supone una censura a nuestra persona y lo que tratamos realmente es de preservar nuestra autoestima. En consecuencia nos cerramos a escuchar argumentos que pongan en entredicho nuestras creencias.

Por tanto, en primer lugar, este fenómeno puede ser dañino para nuestra capacidad de tomar decisiones informadas. Si estamos buscando información para ayudarnos a decidir qué camino tomar en una situación, y somos selectivos con la información que recopilamos, entonces estamos en riesgo de tomar una decisión incorrecta.

En segundo lugar, el sesgo de confirmación también puede tener consecuencias negativas en los lazos humanos. Si nos limitamos a buscar solo aquellos datos que confirman nuestros propios puntos de vista, entonces no estamos abiertos a considerar otros. Esto significa que podemos fallar en ver el punto de vista de alguien más y perder la oportunidad de comprender mejor una situación o de conectar de mejor manera con otra persona. Esto conlleva también inevitablemente el riesgo de resultar injustos en muchos casos con los demás.

Podemos fallar en ver el punto de vista de alguien más y perder la oportunidad de comprender mejor una situación o de conectar de mejor manera con otra persona.

ves lo que quieres ver - sesgo de confirmación

¿Es evitable?

Es importante tener en cuenta que el sesgo de confirmación es una tendencia inherente a todos nosotros, por lo que es esencial aprender cómo manejarlo. Para luchar contra ella, es importante tener en cuenta que nuestro punto de vista no necesariamente es el único correcto. El hecho de estar en desacuerdo con algo no significa obligatoriamente que esa otra opinión sea incorrecta. Y aquí debemos siempre considerar que quizás estamos, con demasiada frecuencia, muy polarizados en nuestras opiniones y que las cosas casi nunca son blancas o negras, sino que suelen situarse, en cambio, en una escala de grises que expresan una realidad llena de matices que deberíamos estar un poco más abiertos a ver.

Cuando veamos a los políticos practicar la demagógica costumbre de manifestar siempre que los adversarios se equivocan (jamás aciertan) y que ellos siempre aciertan (jamás se equivocan), podremos sonreír y pensar que tal impostada actitud no es tan diferente a la que nosotros tenemos cuando nos aferramos a nuestras ideas, solo que en nuestro caso además nos las creemos. ¿O se las creen también los políticos?

Estamos, con demasiada frecuencia, muy polarizados en nuestras opiniones y las cosas casi nunca son blancas o negras, sino que suelen situarse en una escala de grises.

Por lo tanto, debemos ser conscientes de esta tendencia y esforzarnos por escuchar otros puntos de vista y por buscar información objetiva antes de emitir un juicio. Al hacerlo, nos abrimos a un mundo de posibilidades y nos ayudaremos a nosotros mismos y a los demás.

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Manuel Jesús Sánchez Escribano
Muy buenas reflexiones, pero en mundo tan cambiante y lleno de muchos intereses particulares, el egoísmo te crea muchas dudas al respecto.
[Administrador]
Muchas gracias por tu comentario. Respecto a lo que dices me gustaría compartir un poema de Rudyard Kipling:

Si puedes mantener la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te culpan a ti;
si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también hacer concesiones por la duda de ellos;

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu maestro;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu meta;
si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre
y tratar a esos dos impostores por igual;

Si puedes obrar y tus obras son tus joyas de siempre,
y arriesgarlo todo de una sola vez a un lanzamiento de dados,
y perder y comenzar de nuevo desde el principio,
y nunca pronunciar una palabra acerca de tu pérdida;

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y, lo que es más, serás un hombre, hijo mío.


Espero que te haya gustado.

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